De Damajuanas y Garrafas

Cuando Hungría conquistó el Reino de Nápoles, en 1348, su soberana Juana I de Anjou huyó a su condado de Provenza. Sorprendida por una violenta tormenta, se refugió en el castillo de un vidriero de Saint Paul la Galline Grasse quien, ante los ojos de la reina, fabricó un botellón de vidrio de diez litros que quiso bautizar como reine-Jeanne (reina Juana). A la soberana le pareció más apropiado el nombre dame-Jeanne (dama Juana), y así conocemos desde entonces a estos botellones de vidrio revestidos de mimbre.


Que la nuestra es tierra de vino salta a la vista en la Residencia del Embajador. Por las viejas parras del jardín, que muestran ya las consecuencias de la explosión primaveral...


...y por las diversas damajuanas o garrafas que adornan este cuadro del pintor Pepe Ansoáin...


...y distintos rincones del interior.


Por cierto, que garrafa es una palabra de origen árabe (ḡerraf), al igual otras muchas palabras como alcachofa (al-ẖaršúfa), albahaca (al-ḥabáqah), alubia (al-llúbya), acelga (al-ssílqa), albaricoque (al-barqúq), aceituna (az-zaytun), endibia ('anṭūbíya), berenjena (bāḏinŷána), espinaca (´ispināẖa), sandía (sandíyyah)...

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