Titono, el Guardián de la Residencia

Ya llegó la Primavera y con ella la calor, los mosquitos que ya vuelan, la cigarra ya cantó / Es tiempo del higo chumbo y del tomate con sal, y que contento está el mundo porque es primavera ya / En la siesta no hay quien duerma entre beber y sudar, de noche es cuando refresca y empieza a cantar / Los vecinos en la puerta, de noche con la calor, un búcaro de agua fresca y el grillo de trovador / Y se oye el grillo, grillo; se oye el grillo, grillo con su cri cri; se ha puesto en mi ventana y no me deja dormir.

Pues sí. Estamos ya en primavera, pero poco más. Los del Guadalquivir nos describen una primavera de calor, mosquitos, tomates con sal y cantos de grillo, pero, para que nos llegue todo eso, nos tocará esperar... hasta el verano.

Hasta entonces nos conformaremos con Titono, el grillo inmortal, que ajeno a las estaciones nos acompaña todo el año con su cantar.

Encaramado a su atalaya, Titono se ha convertido en el verdadero guardián de la Residencia del Embajador, alertándonos con su cri cri de la presencia de gente en el piso de abajo.

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Clasificado como: Residencia del Embajador