A estas tres bebidas tradicionales se les ha unido en los últimos años la cerveza artesana, que cuenta ya con un importante número de elaboradores en la Comunidad Autónoma Vasca. Uno de ellos es Jon Etxeandia, de la firma Etxeandia Garardauak de Urduliz (Bizkaia), firme defensor de la producción sostenible y de la filosofía Kilómetro 0 del movimiento Slow Food, que promueve el consumo de alimentos de proximidad. En su caso el compromiso es claro, pues no sólo el agua con que elabora las cervezas es local, sino que el resto de ingredientes (maltas, lúpulos...) también lo son ¡¡e incluso se abastece de botellas de vidrio de una empresa vasca!!
En esta apuesta por lo local, que no sólo genera beneficios medioambientales por reducción de emisiones de CO2 (al necesitar menos transporte), sino también beneficios sociales (por proveerse de productores locales) y beneficios económicos (por tributar en las haciendas vascas), ha encontrado la complicidad de otros elaboradores de cerveza como Gar&Gar y Olañeta, que orgullosamente presumen de elaborar sus productos en Gipuzkoa, o los alaveses Baias Garagardotegia, que elaboran sus cervezas a los piés del Gorbea.
Entre los cuatro han puesto en marcha la Euskal Garagardo Elkartea, asociación de libre adhesión que aspira a reunir a todos, o por lo menos muchos, de los productores de cerveza poseedores de Registro Sanitario y CAE. Pronto oiréis hablar de ellos y os los empezaréis a encontrar en ferias a lo largo y ancho de la geografía vasca. ¡¡No perdáis la ocasión de probar sus cervezas!!
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